jueves, 31 de julio de 2008

A TITULO DE INAUGURACIÓN

En noviembre de 2005, contesté a un artículo editado por Jaume d'Urgell en librexpresión.org
titulado "Contra al Monarquía", aquí reproduzco aquel primer encuentro con Jaume en la Red y que, en adelante, será más habitual:

COMENTARIO AL ARTÍCULO DE JAUME D’URGELL
“CONTRA LA MONARQUÍA”.


Comenzaré con una breve reseña del autor de este artículo o “ensayo político de salón”.
El señor Jaume d’Urgell nació en Barcelona el día de la Pilarica de 1973. Es Licenciado en informática, habiendo realizado diversos trabajos en ese campo. Ha residido en Bilbao, Niza, Nueva York y, actualmente, en Madrid.
Nació dos años antes de la muerte de Franco, por lo que desconoce las circunstancias en la que vivíamos bajo su régimen, se perdió el período de la transición política (en 1978 sólo contaba cinco años) y se perdió el intento de golpe de Estado del 23.02.1981, fecha en la que tenía tan solo siete años.
De una formación técnica, se nos ha pasado al mundo de las letras, habiendo escrito ensayos como; “El final del túnel”, relatos breves, poesía y, al parecer, le encanta el ensayo político.
Formado (o más bien, deformado) en los ambientes progres de la Barcelona de los 80. Suele lucir barbita a lo progre, como tributario de su generación.
Me había propuesto contestar punto por punto a los contenidos de su artículo pero, tras leerlo repetidas veces, llego a la conclusión de que no merece la pena perder el tiempo ante los planteamientos de un individuo que demuestra su más completa desinformación de acontecimientos recientes y una supina ignorancia de la historia de España, y por ende, un nulo conocimiento del Derecho Constitucional español y, no digamos, del Derecho Constitucional Comparado.
No obstante, entresacaré algún comentario vertido en dicho artículo como muestra de los desatinos del autor.
1.- Tacha a millones de europeos (noruegos, suecos, daneses, holandeses, luxemburgueses, británicos y españoles) de cavernícolas, paramilitares, burgueses e ignorantes, es decir, a todos aquellos que ven a la monarquía parlamentaria como un sistema útil para su país.
2.- En su primera pregunta ¿qué es la monarquía?, se pierde entre diccionarios y enciclopedias polvorientos, alusiones a lo divino y, al introducirse en un análisis histórico de la monarquía, demuestra sus carencias en el conocimiento de la historia. Vuelve a poner de manifiesto este desconocimiento al que se le añade el de la Ciencias Naturales, con una burda comparación sobre los leones.
3.- Las alusiones que hace a la persona de Felipe V, omite, más por desconocimiento que por mala fe, que también este rey era bisnieto de Felipe IV de España.
4.- Pero lo más abrumador de la ignorancia, de que hace gala Jaume d’Urgell, lo encontramos en su pregunta 5. ¿qué poderes tiene el Rey de España? Le produce ansiedad que el Jefe del Estado ostente la jefatura suprema de las fuerzas armadas. Es decir, al igual que en todos los países del mundo, sean éstos repúblicas o monarquías, la jefatura suprema de los ejércitos recae siempre en el Jefe del Estado, lo cual no significa que tengan el mando ordinario del ejercito, ya que éste recae en primara instancia en el ministro de Defensa y en segunda en el Presidente o Primer Ministro del Gobierno que es quien tiene atribuidos todos los poderes ejecutivos del Estado. Por consiguiente, el mando real operativo recae en el Gobierno y no en el Jefe del Estado.
¡El autor, antes de decir barbaridades semejantes, debería informarse debidamente!
5.- Le preocupa al autor lo que nos cuesta a los españoles la monarquía y se pierde en derroteros demagógicos sobre el salario mínimo interprofesional, que no merecen mayor comentario.
A título de ejemplo diré que el costo para los españoles se sitúa en los 13 millones de euros, frente, por ejemplo, a la Grandeur de la Republique Française, que les cuesta a los franceses 52 millones de euros…sobran las palabras, los números cantan.

Creo que lo comentado hasta ahora es más que suficiente para denunciar la inconsistencia de las argumentaciones de Jaume d’Urgell, la completa ignorancia de la que hace gala convirtiendo su artículo, no en una contraposición seria monarquía/república, sino en un libelo contra la familia real española, pretendiendo hacernos partícipes de las filias y fobias de sus propios condicionamientos mentales.
Como respuesta a ocho paginas de incongruencias y desatinos, sentenciaré como lo hacían los antiguos griegos:

Constitución Española de 1978:

Art. 1º punto 2.- La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado.

Es decir, el soberano es el pueblo, por tanto la monarquía siendo un poder del Estado, también emana del pueblo. Es esta ya una consecuencia jurídica y política, no semántica amagada en diccionarios ni enciclopedias. La monarquía parlamentaria y constitucional española no emana de Dios ni de Franco, emana del pueblo soberano.

Aristóteles. 19.11.05